domingo, 12 de junio de 2022

FÁRMACO LOGRA ELIMINAR CANCER


Estudio en Fase II. Doce personas usaron Dostarlimab por seis meses y no necesitaron someterse después ni a quimioterapia ni a una cirugía. Los 12 pacientes con cáncer rectal que participaron en un ensayo clínico en el que durante al menos seis meses recibieron Dostarlimab superaron el cáncer sin necesidad de someterse después a un tratamiento de quimioterapia o a una cirugía.
Los resultados del ensayo se publicaron en la revista New England Journal of Medicine y fueron patrocinados por la farmacéutica GlaxoSmithKline, que comercializa este principio activo (dostarlimab) con un nombre comercial. En el informe, los autores, liderados por un equipo del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering, de Nueva York, confirman que tras el ensayo, el adenocarcinoma rectal en estadio II y III había desaparecido en los 12 pacientes. El diagnóstico final se confirmó mediante tomografías por emisión de positrones (PET), endoscopias, examen rectal digital o biopsias. Aunque en principio el tratamiento debía completarse con quimioterapia o cirugía, al final del ensayo ningún paciente lo necesitó. Además, tras un año de seguimiento en promedio, ninguno de los pacientes había necesitado otro tratamiento, no se había notificado ningún caso de progresión o recidiva y ninguna de las 12 personas presentó reacciones adversas grado 3 o superior al medicamento. El fármaco, que expone las células cancerosas, facilita que el sistema inmunitario pueda identificarlas y destruirlas. El compuesto se administró cada tres semanas durante seis meses y costó unos 11.000 dólares por dosis, 88.000 dólares en total. Primero en la historia El doctor y coinvestigador Luis Díaz calificó el ensayo como "la primera vez en la historia del cáncer" en que se logra una recuperación tan esperanzadora y ahora el mismo equipo alista nuevos ensayos, pero en otros cánceres, como gástrico, de próstata y de páncreas. Los pacientes del estudio tenían cáncer avanzado (se espera ampliar ensayos a etapa inicial del cáncer) y en el 10% de ellos los tumores tenían una composición genética específica llamada MMRd o inestabilidad de microsatélites (MSI). Esto permite que el cáncer pueda desorientar a las células para que el tumor se oculte y desarrolle. El fármaco ayuda a revertir este proceso, para que el sistema inmunológico pueda volver a detectar las MMRd. Seguimiento En las conclusiones, los autores avisan de que "se necesita un seguimiento más prolongado para evaluar la duración de la respuesta". Junto a los resultados, la revista publicó también un editorial de la doctora Hanna K. Sanoff, del Centro Oncológico Integral ineberger de la Universidad de Carolina del Norte, quien califica al ensayo de "pequeño, pero convincente", y apunta que aún no se sabe si los pacientes están curados. "Se sabe muy poco sobre cuánto tiempo es necesario para averiguar si una respuesta clínica completa al dostarlimab equivale a una cura", advierte la especialista. Sanoff sostiene que el estudio es "motivo de gran optimismo, pero este enfoque todavía no puede sustituir a nuestro actual enfoque de tratamiento curativo". De hecho, advierte, "los pacientes que tienen una respuesta clínica completa después de la quimioterapia y la radioterapia tienen un mejor pronóstico que los que no tienen una respuesta clínica completa. Sin embargo, el cáncer vuelve a crecer en 20 a 30% de estos pacientes cuando se maneja de forma no quirúrgica". Para Sanoff, dado que estos resultados no se pueden extrapolar a toda la población de pacientes con cáncer de recto, aconseja que los futuros ensayos incluyan pacientes de todas las edades, con variedad de enfermedades coexistentes y distinta masa tumoral. Aún así, reconoce, el ensayo "proporciona un primer vistazo a un cambio de tratamiento revolucionario". 88.000 dólares en total costó la administración del fármaco a cada paciente, cada tres semanas, durante seis meses. Ver noticia en entrevista
https://youtu.be/hvg6z0W0lRk





#cancer #cancerdecolon #dostarlimab #farmaco #osvaldosilvaserqueira #salud #anticancerigeno

jueves, 9 de junio de 2022

LIMPIA TU MENTE DEL NO PUEDO. LAS CREENCIAS LIMITANTES





El poder de las creencias limitantes es increíble. Miles de personas solo han logrado llegado al éxito en su carrera profesional, una vez que se liberan de las autolimitaciones. "El correlato de una creencia limitante siempre va a ser en principio la inhibición. Es decir, el no hacer nada, abstenerse de seguir pensando algo o de ir en una determinada dirección. Lo anterior se entiende porque se parte de la base de que no tiene sentido, que no se va a tener éxito o que va tener una consecuencia negativa. Entonces, es mejor abstenerse o considerar que no se tiene una determinada capacidad”, Así que a hacer la limpieza mental de las ideas limitantes.



Es necesario conocer las propias limitaciones, pero también saber lidiar con los pensamientos que nos boicotean ante un reto

Las creencias limitantes son obstáculos que a menudo nos impiden crecer como personas y alcanzar nuestros máximas capacidades

No soy bueno o buena para esto. No soy capaz de hacerlo. Soy torpe, o no se me da bien aquello. Eso es muy difícil para mí. A que te lo has dicho más de una vez, ¿verdad? A simple vista son frases que parecen inofensivas. Pero si alimentamos día a día a nuestro cerebro con ellas, nos pueden paralizar. ¿El motivo? Hemos llegado al nivel de las creencias limitantes. Pensar negativamente sobre lo que somos, valemos o podemos hacer lo hemos hecho todos alguna vez y es normal. Las creencias son parte de nuestra vida y pueden ser personales, sociales o culturales. Tal como explica la psicóloga Yolanda Artero, las creencias nos hablan de la percepción que tenemos de nosotros mismos y de nuestro entorno. “De alguna manera va de cómo nos vemos, de qué visión tenemos de la vida y qué lugar ocupamos en ella”, agrega la experta, que es también coordinadora del grupo de trabajo Psicología Coaching y Regulación emocional del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña (COPC). ¿Cuándo las creencias se convierten en limitantes? Incluso podríamos decir que las creencias se heredan. Por ejemplo, a veces escuchamos frases como 'ninguna de las mujeres de mi familia tiene buenas relaciones de pareja'. “Pero, cuidado, con esa creencia familiar, si no haces nada, seguramente se va a reproducir en ti misma y en tu hija”, sentencia Artero. “Pero las creencias están para cuestionarlas – continúa- porque es una idea, un pensamiento concreto que afirma ser verdadero sin haberse comprobado su veracidad. Lo que pasa es que lo vamos haciendo nuestro, lo integramos, nos lo comemos, vamos reproduciéndolo y funcionando a partir de esa creencia”. La negatividad a menudo nos limita, nos bloquea y nos impide alcanzar objetivos Las creencias pueden ser positivas, neutras o negativas, apunta Artero. Y cuando nos referimos a creencias limitantes, estamos hablando de las que son negativas, porque nos limitan, nos bloquean, nos impiden ser realmente quienes somos o conseguir aquello que queremos. Por lo tanto, ese tipo de convicciones son unos obstáculos que tenemos que vencer en la consecución de nuestros objetivos, metas y sueños, dice la psicóloga. Horizontal En otras palabras, las creencias limitantes son opiniones o conclusiones de todo ese material mental que ocurre en el flujo permanente de nuestro pensamiento. "Van asociadas a un contenido que nos indica que algo no es posible, que no tenemos una capacidad, que nos falta una habilidad o que no estamos destinados a algo, como lo queramos llamar", indica Rafael San Román, psicólogo de iFeel, la plataforma de bienestar emocional y apoyo psicológico. Así influyen en tu vida El poder de las creencias limitantes es tal que puede llegar a paralizarnos, como indican los expertos. Están ahí, influyendo en nuestro día a día, porque el correlato de una creencia limitante siempre va a ser en principio la inhibición. Es decir, el no hacer nada, abstenerse de seguir pensando algo, de ir en una determinada dirección, de hacer un movimiento (en sentido literal). ¿Por qué?, se cuestiona San Román. “Porque se parte de la base de que no tiene sentido, que no se va a tener éxito o que va tener una consecuencia negativa. Entonces, es mejor abstenerse o considerar que no se tiene una determinada capacidad”, puntualiza el psicólogo de iFeel. zona de confort Salir de la zona de confort emocional puede resultar beneficioso a nivel personal y profesional “No se debe olvidar que las creencias también se heredan, se perpetúan en el tiempo o en la sociedad, y las pasaremos a nuestros hijos, alumnos… si no hay un punto de inflexión, alguien que las cambie o que las critique de manera positiva, porque no necesitamos que nos digan 'eres un desastre' o 'has hecho fatal un informe”, dice Artero.
Asimismo, las creencias limitantes también nos pueden impedir tomar riesgos o decisiones. "Ese salto cuántico que en el proceso de coaching invitamos a hacer resulta difícil porque estas creencias te están diciendo que te quedes con lo sencillo, que no es necesario que te arriesgues, que sigas en tu zona de confort", desarrolla Yolanda Artero. A veces basta parar unos minutos y centrarse en la respiración para frenar la mente Pero seguir en tu zona de confort no quiere decir que todo sea maravilloso, porque puede que tu jefe te esté chillando todos los días, te esté humillando y tu autoestima vaya bajando más y más. "Hay personas que se atreven, que son indagadoras, emprendedoras, y continuamente están saliendo de su zona de confort. Pero hay otras que se quedan ahí retenidas porque temen lo desconocido, no saben o temen que le salga mal y no se mueven", enfatiza la experta del COPC. Limitaciones reales Más allá de solo demonizar las creencias limitantes, vale la pena reconocer lo que nos aportan. Tal como explica Rafael San Román, es necesario tener cierta conciencia de nuestras limitaciones, de que hay ciertas cosas que no podemos hacer, o habilidades y características que no nos definen. En ese sentido, todos tenemos ciertas creencias limitantes que son necesarias, porque si no las tuviéramos seríamos personas tremendamente narcisistas, viviríamos conectados con una sensación de omnipotencia totalmente distorsionada que no corresponde con la realidad. “Y eso podría llevarnos a tener conductas muy disfuncionales y arriesgadas”, advierte el psicólogo.
Para alcanzar un bienestar emocional es necesario mantener un equilibrio en nuestra autoestima
Ahora bien, si nos vamos al extremo contrario y las limitaciones son las que más predominan en nuestra manera de definirnos, disminuirá nuestra autoestima. “Tiene que haber un cierto equilibrio”, enfatiza San Román. Pero…¿cómo nos damos cuenta que falta equilibrio? “Cuando realmente sientes que tu vida a nivel general es insatisfactoria, que te has estancado, no evolucionas en ninguna dirección, no emprendes ningún proyecto, te quedas con una vida muy limitada, muy pobre en todo tipo de estímulos, y al final eso repercute en tu estado de ánimo”, responde el experto de iFeel. “Una cosa es que no podamos hacer ciertas actividades o emprender ciertos proyectos, y otra es que nuestra vida sea tan limitada que no hagamos nada. Si no nos movemos en ninguna dirección nunca obtenemos un feedback por parte de la vida de que tenemos más capacidades de las que pensamos”, resalta el especialista. El origen Seguramente si has llegado hasta aquí ya te estas preguntando… ¿cuál es el origen de estas limitaciones? Los expertos apuntan a los primeros años de vida, aunque pueden seguir evolucionando y apareciendo a lo largo de nuestra existencia. “Y también pueden ir desapareciendo a lo largo de la vida”, dice San Román. Old Way or New Way “Podríamos decir que es como el resultado de una programación mental, emocional y de comportamientos cuya base está desde la concepción hasta los primeros tres años de vida, incluso hasta los siete años”, opina Yolanda Artero. Está en esa interacción de relacionarnos con nuestros progenitores o con nuestros adultos de referencia. Luego será la escuela, la sociedad, los amigos, el instituto, la universidad lo que influirá en esas creencias. Los fracasos personales y el feedback negativo inciden en nuestro ánimo Somos producto de nuestras experiencias biográficas, comenta San Román. E identifica dos tipos: la experiencia en primera persona, que se da por ejemplo cuando uno intenta hacer algo y no lo consigue; o por experiencias no personales, como cuando los demás nos han hecho creer que no somos capaces de algo. En el primer caso, un fracaso puede marcar mucho, y en el cerebro se registra la creencia de que se tiene ese límite. En el segundo caso, hemos retenido que, “porque los demás nos lo dicen, hay ciertas cosas que no podemos hacer, aspirar o que no somos de una determinada manera”, agrega el especialista. Desde la visión de Artero, en este tipo de creencias hay una base en mensajes que se transmiten y que podemos recibir a nivel inconsciente pero que se nos quedan grabados, como sé perfecto, sé fuerte, apúrate, compláceme, no disfrutes o no pienses.
Sin embargo, las creencias no tienen porque ser determinantes, subraya San Román. “En la vida nos influyen muchas cosas y afortunadamente unas se compensan con otras. Es cierto que aparecen en la infancia y pueden seguir apareciendo en todo momento, pero también pueden desaparecer y transformarse en una creencia de posibilidad en lugar de una creencia limitante” remarca. Nos persiguen a lo largo de la vida.
Las creencias limitantes están presentes desde la infancia hasta la madurez Como ya hemos explicado, las creencias limitantes se van formando en los primeros años. Pero también sabemos que están siempre al acecho. “Y, aunque se podría pensar que en la adolescencia somos más vulnerables, no tiene por qué ser así, porque eso depende del tipo de personalidad que tengamos”, sostiene San Román. “Hay adolescentes más retraídos, ansiosos o acomplejados. Pero luego también hay quienes tienen una autoestima estupenda y son gente muy abierta, que experimenta y se atreve”, explica. Las creencias limitantes también están presentes durante la edad adulta. Y suelen aparecer con más frecuencia en dos áreas, el plano profesional y el sentimental, dice San Román. En el primer caso, se ponen de manifiesto en temas como “tengo pavor a que me asignen nuevas responsabilidades o funciones porque me muevo bien en lo que sé hacer, pero como me pongan un poco más me abrumo”. En cuanto a la pareja, puede manifestarse en pensamientos como “nunca se fijará en alguien como yo”. Es decir, en ambos casos la persona anticipa que algo no podrá suceder en base a una creencia limitante sobre como es él o ella. Hay veces que acertamos, pero en otras existe un nivel de distorsión importante, recuerda San Román.

Nota de ROXANA IBAÑEZ MACHADO en el diario La Vanguardia. Ver nota en su fuente original: https://www.lavanguardia.com/vivo/psicologia/20210331/6604413/creencias-limitantes.html


Cómo desmontar las creencias limitantes

Los consejos de los expertos

1

Identifica lo que te está limitando. Muchas veces están muy incorporadas en nuestra manera de pensar, en nuestro discurso tanto interno como externo, en la manera que tenemos de hablar de nosotros con los demás y con nosotros mismos. Por lo tanto, intenta localizar, identificar, detectar esos titulares, esa conclusiones o frases que están ahí en forma de afirmaciones poniéndote límites, aconseja San Román. No hay que olvidar que es una programación, y solo podemos eliminarla desprogramando esa creencia, pero para ello necesitamos primero identificarla, agrega Artero.

2

Ponla en tela de juicio. Después de identificar esa creencia limitante, el siguiente paso será criticarla, ponerla en tela de juicio. Hazte preguntas como: ¿Por qué pienso esto? ¿En qué momento he aprendido esto? ¿Desde cuándo pienso esto de mi?¿Qué pruebas tengo de que es verdad? A veces te has convencido de algo que es una fantasía y que no se basa en una experiencia vivida. “Ir desmontándola va por ahí, primero localizarlas y luego ponerlas en duda”, recuerda San Román.

3

Borrón y cuenta nueva. El tercer paso consiste en reformular ese titular de una forma que sea más realista. Sobre todo si es una creencia muy distorsionada y que no se apoya en nada real o en nada que sea suficientemente probable. “Aunque si no se tiene una capacidad o una destreza (si de cero a diez se tiene un cero), no pasa nada por admitirlo, eso no te devalúa, finalmente no somos perfectos. Pero si en lugar de cero es un cinco ¿por qué llamar cero a un cinco? No es un diez, pero es un cinco”, especifica el experto de iFeel.

4

La técnica del espejo. Se trata de mirar y visualizar un marco donde está tu creencia limitante. Por ejemplo, si crees que eres un despilfarrador, tienes que rayar visualmente una cruz y al otro lado poner que gestionas bien tu dinero u otras frases en positivo. Y te ves en acción con indicadores que fortalecen esta idea. Así se decreta de alguna manera tu intención de incidir en aquello que quieres incorporar de nuevo.

5

Quiérete incluso en las experiencias negativas. Es una de las grandes claves, afirma Artero. No te culpes de todo. Primero mira a ver si hay algo en lo que tú tienes que ver y si está en tus manos cambiarlo. Si es así, entonces usa todas las posibilidades para tener esa ayuda. Sobre todo, ámate profundamente, independientemente de tus cualidades, tus virtudes, debilidades… No hay nada que dure para siempre, la vida es un continúo cambio. Por ejemplo, si no encuentras trabajo, mira de buscar la antítesis, que es “yo genero muchas oportunidades”. Y te lo apuntas, pegas post-it en las paredes, te lo vas diciendo y lo escribes como si ya fuera un hecho real. Se trata de ir atrayendo esa realidad a tu vida.

6

Usa tu respiración. Si te has paralizado, para y respira. Acepta que eres mucho más que eso que estás viviendo, sin enjuiciarte. No te machaques. Serénate y, cuando estés en calma, vas a poder observar qué se está cociendo en tu mente y entonces vas a darte ese feedback de cómo está tu mente. A veces la vida es así, tiene movimientos. Cálmate en ese movimiento.

7

Aprovecha para sacar la mejor versión de ti. Aunque puede que las creencias limitantes salgan más a flote en situaciones como la pandemia que estamos viviendo, en tus manos está darte cuenta de que has podido plantarle cara. Por ejemplo, puede que antes te asustaba todo lo que fuera la tecnología pero, a la fuerza y por costumbre, has podido manejarla y ahora ya no te resulta un problema. “Pues a aquello tan amenazante resulta que ya le has dado la vuelta y lo has incorporado a tus habilidades”, concluye San Román.







FÁRMACO LOGRA ELIMINAR CANCER

Estudio en Fase II. Doce personas usaron Dostarlimab por seis meses y no necesitaron someterse después ni a quimioterapia ni a una cirugía....